Fricandó

Salamos y enharinamos la carne. La freímos a la sartén con aceite abundante y la pasamos a una cazuela.

Cuando la tenemos frita (no muy cocida), aprovechando el mismo aceite, hacemos un sofrito con la cebolla, los ajos cortados a láminas y los tomates sin semillas.

Cuando el sofrito esté dorado, ponemos el vaso de vino blanco y cuando haya reducido un poco añadimos la carne previamente frita.

Echad agua o caldo de carne caliente y un poco de pimienta negra. Así tendremos líquido en abundancia. Dejamos que se haga a fuego lento unos 10-12 minutos.

Añadimos los muixardones (que tendremos en remojo) y el agua donde los hemos remojado vigilando que no caiga la arenilla y lo dejamos media hora más en fuego medio-bajo. Probáis el líquido y rectificáis de sal si es necesario.

En los últimos 7 minutos, añadid la picada.

Procurad no remover con mucha fuerza para no romper los trozos de carnes, es preferible que mováis la cazuela por las asas.

Recomendación: hacedlo el día antes. Los guisos reposados entre 12 y 24h siempre son más gustosos.